Una Carta al Director Corporativo de RRHH
Comenzamos una serie de entradas etiquetadas como :'Cartas al Comité'. En ellas, los que queráis que os publiquemos vuestras opiniones, no tenéis más que enviarlas a nuestro correo comiteempresa.tecnologia@ezentis.com y las publicaremos.
La primera es una carta de D. Manuel Alonso dirigida a D. José María Maldonado, director corporativo de RRHH, que nos la ha hecho llegar para que todos los compañeros la conozcan.
Estimado director:
Tras la reunión de ayer, decidí hacer números acerca de las ayudas sociales, para ver concretamente de qué estábamos hablando.
Lo dije ayer, pero como quiero que cale, lo repito ahora por escrito: las ayudas sociales que disfrutamos ahora - o mejor, que deberíamos disfrutar – son de 10.015,00 € por trimestre para toda la plantilla, vienen del convenio colectivo de TSIP, que no era una empresa con una plantilla mucho mayor que la nuestra, sino más bien al contrario.
Si dividimos esa cantidad entre el número de trabajadores, 229, y luego entre tres, obtendremos el dinero por persona y mes. Son 14,58€ por trabajador y mes. Me cuesta creer que esa sea la diferencia que hace nuestra empresa inviable y que no haya fondos para esto. Claro que unos céntimos de aquí y otros de allí, pueden completar algunos euros.
Si, además, añadimos la posible sanción de la inspección de Trabajo y los intereses de mora de una bastante probable sentencia judicial, me pregunto dónde está el ahorro. O mejor, me pregunto si estamos para estos despilfarros. Por cierto, los intereses de mora aún estamos a tiempo de evitarlos, si se aviene esta empresa a cumplir sus compromisos y cumplir con la legalidad.
¿Queremos ahorrar? Hace tiempo que no estoy a diario en las oficinas de Mompou, como usted bien sabe, pero cuando estaba allí, cada mañana veía cajas de botellines de agua mineral y carritos de cafés con pastas, que – corríjame si me equivoco – eran para el personal de dirección. Al margen de que ese segmento de trabajadores puede permitirse el lujo de pagar 28 céntimos de euro por cada café – como hacemos el resto - con mucho mayor desahogo que los destinatarios de las ayudas sociales, da muy mal ejemplo para estimular el ahorro. Y el agua del grifo de Madrid es estupenda; eso sin mencionar el despilfarro energético y la huella ecológica que supone ese trasiego de botellines de agua mineral.
Pero claro, igual soy sólo yo quien cree que todos tenemos los mismos derechos.
Todo lo anterior es sólo un ejemplo de lo que, desde mi peculiar y restringido punto de vista yo puedo aportar. Quizá, con los datos adecuados, pudiese ofrecerle ahorros mucho más sustanciosos e igualmente superfluos, y que sin embargo no contravengan la legalidad vigente.
Atentamente
Manuel Alonso
La primera es una carta de D. Manuel Alonso dirigida a D. José María Maldonado, director corporativo de RRHH, que nos la ha hecho llegar para que todos los compañeros la conozcan.
Estimado director:
Tras la reunión de ayer, decidí hacer números acerca de las ayudas sociales, para ver concretamente de qué estábamos hablando.
Lo dije ayer, pero como quiero que cale, lo repito ahora por escrito: las ayudas sociales que disfrutamos ahora - o mejor, que deberíamos disfrutar – son de 10.015,00 € por trimestre para toda la plantilla, vienen del convenio colectivo de TSIP, que no era una empresa con una plantilla mucho mayor que la nuestra, sino más bien al contrario.
Si dividimos esa cantidad entre el número de trabajadores, 229, y luego entre tres, obtendremos el dinero por persona y mes. Son 14,58€ por trabajador y mes. Me cuesta creer que esa sea la diferencia que hace nuestra empresa inviable y que no haya fondos para esto. Claro que unos céntimos de aquí y otros de allí, pueden completar algunos euros.
Si, además, añadimos la posible sanción de la inspección de Trabajo y los intereses de mora de una bastante probable sentencia judicial, me pregunto dónde está el ahorro. O mejor, me pregunto si estamos para estos despilfarros. Por cierto, los intereses de mora aún estamos a tiempo de evitarlos, si se aviene esta empresa a cumplir sus compromisos y cumplir con la legalidad.
¿Queremos ahorrar? Hace tiempo que no estoy a diario en las oficinas de Mompou, como usted bien sabe, pero cuando estaba allí, cada mañana veía cajas de botellines de agua mineral y carritos de cafés con pastas, que – corríjame si me equivoco – eran para el personal de dirección. Al margen de que ese segmento de trabajadores puede permitirse el lujo de pagar 28 céntimos de euro por cada café – como hacemos el resto - con mucho mayor desahogo que los destinatarios de las ayudas sociales, da muy mal ejemplo para estimular el ahorro. Y el agua del grifo de Madrid es estupenda; eso sin mencionar el despilfarro energético y la huella ecológica que supone ese trasiego de botellines de agua mineral.
Pero claro, igual soy sólo yo quien cree que todos tenemos los mismos derechos.
Todo lo anterior es sólo un ejemplo de lo que, desde mi peculiar y restringido punto de vista yo puedo aportar. Quizá, con los datos adecuados, pudiese ofrecerle ahorros mucho más sustanciosos e igualmente superfluos, y que sin embargo no contravengan la legalidad vigente.
Atentamente
Manuel Alonso
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